Tómate el tiempo, si puedes en este momento, de practicar atención a la sensación de la respiración por un minuto completo.
Puedes poner un cronómetro y empezar…
Recuerda, el beneficio de estas prácticas: entrenarnos para tener una mente más atenta, relajada y estable.
¿Lo vamos a lograr en tan sólo un minuto?
No del todo, pero al menos sí podemos ir formando el hábito de entrenar a la mente y pausar.
Te invito a que lo intentes y lo hagas varias veces al día.
Por: Carmen Treviño